martes, 20 de octubre de 2009

Cuestion de andar.

Sube la marea, se acerca el abismo, pierdo la pelea, me venzo yo mismo, me meto en la ruta, que me trata sin piedad y un tobillo se enreda en el cinturón de seguridad a veces voy desnudo, a veces vestido a veces despierto, a veces dormido y en velocidad, apagar el motor ya no creo en el destino y otra vez se abre el camino de nuevo es prueba y error ando y me pierdo, en amores pasajeros la vida es un pueblo, que abraza a los viajeros nadie vigila, y una noche de verano, dejo mi mochila, para caminar liviano.
Y el sol de las doce, me quema el disfraz y encuentro la fe que perdí, algunos pasos atrás, al margen de la crítica de alguna canción de la política y de la religión, sigo caminando de espaldas al viento y veo pasar equilibristas que salgo a correr mis heridas narcisistas me duelen y me hacen volver, mi viejo telescopio, que capta estrellas doradas, el todo, la nada, y diez mandamientos propios, ando y me pierdo, en amores pasajeros la vida es un pueblo, que abraza a los viajeros, nadie vigila, y una noche de verano dejo mi mochila, para caminar liviano.

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